Con dinero de la Tesorería Municipal, Jesús Chuchín de La Garza, paga oficinas y empleados que le hacen el trabajo sucio, todo desde la obscuridad, lo más sordeado posible. Aquí documentos de otra denuncia en su contra

28 febrero 2018

Vicente Guzmán/Contundente

Con el dinero del pueblo, sustraído de ahí de la Tesorería Municipal, el alcalde Jesús Chuchín de La Garza, paga la renta de oficinas, equipo de cómputo y hasta empleados de confianza, para promocionar su imagen entre los electores, su especialidad es alzarse el cuello con obras públicas que son del orden federal, e incluso algunas fueron gestionadas por Administraciones anteriores.

Así se hace constar en otra denuncia interpuesta en su contra, ante la Contraloría Municipal, a cargo de la funcionaria de papel Rebeca Ramírez Cárdenas, que ahí es un cero a la izquierda, pues ni ella misma se controla, la querella que de nuevo evidencia las transas del alcalde Jesús Chuchín de La Garza, fue puesta por el edil panista Antonio II Amaro Chacón, éste martes 27 de febrero.

En esos documentos se puede leer que en la planta alta, de los consultorios del doctor Miguel Ángel Cerón Saldaña, ubicados en calle Sexta, frente al Seguro Social, están prácticamente de manera clandestina y lo más escondidas, las "oficinas" que se encargan de promocionar la imagen del presidente municipal de Matamoros, esas que también le hacen el trabajo sucio.

Estas oficinas son operadas, al estilo delincuencial, por Guadalupe Reyes Pérez, un mapache electoral de cola muy larga y sucia, muy amañado a la hora de hacer trampa durante las elecciones, su experiencia en la guerra sucia lo hace una carta fuerte en el PRI. Y para poder pagarle un abultado salario, por estos movimientos turbios que hace desde dichas oficinas, a Guadalupe Reyes Pérez lo enquistaron en la nómina del Ayuntamiento bajo el cargo de director de Evaluación y Seguimiento.

Con esto se comprueba una vez más que el presidente municipal de Matamoros, Jesús Chuchín de La Garza, con el dinero del pueblo, hace lo que se le antoja, lo invierte en beneficios personales, de él, su familia y demás soplanucas... mientras la ciudad sigue hundida en la miseria.